La fuerte personalidad de la verdejo y la adhesión de otras variedades, así como un viñedo que ha aprendido a sobrevivir a la dureza de su entorno para entregar al vino lo mejor de sí mismo, configuran el perfil de los vinos blancos de Rueda.
En 2003, Señorío de Nava adquiere una pequeña bodega construida en 1910 en la localidad de Nava del Rey y se adentra por primera vez en la denominación de origen Rueda. Este nuevo proyecto, que hoy día está completamente consolidado, es una apuesta por el gran valor de la uva verdejo.
Cada nueva añada se realiza una vendimia manual y una elaboración cuidadosa, realizando un despalillado-estrujado a la entrada de los racimos en bodega para iniciar posteriormente un sangrado del mosto tras la maceración en frio con los hollejos.
Esto permite obtener mostos de un color amarillo pálido con tonos verdosos que se destinan a una meticulosa vinificación en depósito de acero inoxidable.